miércoles, 4 de julio de 2012

Capítulo tres: Los dos mienten.

<<Jason McCann>>
Me levanto de la mesa y me dirijo a los aseos masculinos. Me meto en la última cabina y espero a Laika, la camarera. En pocos minutos ella entra en la cabina.
- Jason, cuanto tiempo.
- Sh, calla, tengo prisa. - le digo sacando mi móvil- ¿Cuanta quieres?
- Cinco bolsas. Mi número es este.
Me entrega un papel con su número y la agrego en mi agenda de contactos. Me pongo una nota para recordar que se los tengo que entregar.
- Mañana te llamo, nos vemos.
Después de informarle, me dispongo a salir justo cuando escucho de fondo la voz de una chica. Me concentro en lo que dice... Mierda, es policía. Laika me mira con los ojos bastante abiertos, sin saber que debe hacer.
- Mierda, ¿qué piensas hacer?
- Si nos piden salir, abro la puerta rápidamente y le doy en la cara un puñetazo, y una patada para que se caiga. Después salgo corriendo y tú le das fuerte en la cabeza, sin que te vea, hazlo rápido. Cuando recupere la conciencia, está claro que se desmayará, tú te vas y alguien la encontrará. - le susurro.
Oímos pasos, cada vez más cercanos a nuestra cabina de baño.
- ¡Que todo el mundo que haya en este maldito baño salga ahora mismo! -grita la policía.
Me pongo en la puerta, preparado para pegarle. La voz de la chica me resulta familiar, pero no la distingo, por los nervios.
- Ten cuidado. -me susurra Laika- Mi turno acaba en media hora, no habrá pruebas de que hemos estado aquí.
- Salid de ahí, u os vuelo la cabeza.
Tras el grito, le dan un golpe a la puerta. Abro la puerta rápidamente y solo le miro los ojos durante un segundo, y fue un error, no debía de haberle mirado, para que no se quede con una imagen mía en la cabeza, le doy un codazo con mi brazo izquierdo. Sin mirarle, le doy una patada en las piernas antes de que abra los ojos. Se cae al suelo y salgo corriendo. Al salir por la puerta, disminuyo mi velocidad y ando a paso firme. Llego a la mesa y me despido de todos con la excusa de no encontrarme bien.
Llego a mi casa y saludo a Marie con un abrazo. Ella me sonríe.
- ¿Qué tal el día, cielo?
- Bien, Marie. En un rato me iré de nuevo, esta noche duermo en casa de Chaz.
- Ten cuidado. -me advierte.
Le sonrío despreocupado. Me voy a mi cuarto y busco por internet mi nombre: Jason McCann. Sale que soy un estudiante, pero nada más, ni una foto mía ni nada. Suspiro de alivio. Me recuesto en mi cama y me pongo el despertador para dos horas después.
Me despierto después de una pesadilla: Yo en la cárcel. Sacudo la cabeza, intentando disipar esos pensamientos de mi mente y me dispongo a calzarme. Cojo mi móvil y llamo a Chaz.
- Eh, tío, ¿cómo estás?
- Mejor que antes, es que no sé, en el baño empecé a vomitar, pero ya estoy mejor. ¿Dónde estáis?
- En casa de Emily, Alice, Shay e Angy, ¿vas a venir?
- Claro, en cinco minutos estoy allí.
Bajo a la primera planta y me despido de Marie. Voy al garaje y cojo la moto, me monto y salgo de mi casa. Llego después tres minutos de viaje y dos buscando aparcamiento. Debería de haber ido andando, no está tan lejos. Me bajo de la moto y llamo a la puerta. Me abre Shay, se hace un lado para que pase y cierra la puerta tras mi entrada. Caminamos juntos hacia el salón, donde veo que Emily está sentada en el sofá y todos a su alrededor. Me acerco a Chaz y le pregunto.
- ¿Qué le ha pasado?
- Fue al baño y al salir tropezó con algo, se quedó inconsciente y Angy entró al baño a buscarla y estaba allí tirada con dos mujeres ayudándola.
- Oh. pobre.
Me acerco a ella y me siento a su lado, les hago una señal con la cabeza a los demás para que siguieran a lo suyo. Los chicos se sientan en la mesa de la cocina a hablar. Yo rodeo con mi brazo su espalda y ella me sonríe.
- Me han dicho lo que te ha pasado, hoy tenemos los dos un día no muy bueno, ¿eh?
- Lo tuyo ha sido peor, lo mío ha sido por torpeza. Por cierto, ¿estás mejor, ya no vomitas?
- Sí, antes de venir vomité un poco, ha sido asqueroso. -le miento.
Ella me sonríe y me da un beso en la mejilla.
- ¿Tienes sueño?
- Sí, un poco.
- Ven a dormir conmigo por favor, no quiero dormir sola, a ver si me pasa algo. -me confiesa.
- Vale, pero no te aproveches de mí. -le digo imitando la voz de una chica.
Ella ríe y se levanta, tendiéndome la mano, la cual sujeto y me levanto yo también. Nos dirigimos a la cocina y les avisamos a los demás que vamos a dormir un poco.
- Vale, pero a las doce estad listos, nos vamos de marcha un poquitín. -dice Angy sonriente.
Emily le sonríe mientras asiente y nos dirigimos a su cuarto. Ella se tumba primero en la cama, haciéndome un hueco a su lado. Yo me tumbo a su lado y la abrazo por la cintura, siempre que dormimos juntos, es así. Emily apaga la luz y cuando cierro los ojos, veo de nuevo los ojos de aquella policía: marrones y verdes. Emily se acurruca en mi pecho y coloca su cabeza en mi cuello, me da un pequeño beso en este y yo comienzo a acariciarle la espalda.
Continuará...

No hay comentarios:

Publicar un comentario