viernes, 29 de junio de 2012

Capítulo dos: Fireworks.

<<Emily Hale>>
Mi mirada se dirije de nuevo a mis apuntes. El ruido producido por la voz de Angy al cantar me desconcentra. Me levanto con la idea de callarla, cuando veo que Chaz y Ryan se encuentran sentados en el sofá, cada uno al lado de sus respectivas novias. Pero la sorpresa de tener visita no interrumpe mi misión.
- Angy, no sé si recordarás aquella lejana conversación que mantuvimos la semana pasada en la cuál acordamos no hacer ruido cuando alguna de nosotras está estudiando, y si no la recuerdas, ¡te lo pintas en la frente! Pero cumple lo acordado.
Ella suspira y apaga la WII. Deja el micrófono sobre la mesa y me mira vacilante.
- ¡Aguafiestas! -me saca la lengua- Siempre igual, sosa.
- Gracias, cariño. -le agradezco con ironía.
Ryan y Shay se ríen, Chaz y Alice les siguen la risa. Les miro confusa y Shay señala mi cuerpo. Descubro el motivo de sus risas al mirar mi vestimenta: Mi camisón con estampado de leopardo, el cual me tapa lo justo y necesario.
- ¡Sexy!
Tras el grito de Alice, me quedo mirándoles sin saber que comentario que me haga quedar bien decir. Les miro con odio y me vuelvo para entrar a mi habitación cuando escucho una voz.
- ¿Quién es sexy?
Me giro y veo a Jason apoyado en la puerta de la cocina con un refresco en sus manos.
- Emily, ¿no la ves? Mira que modelito, para ti solito, Jason. -le dice Alice.
- ¡Dejadme estudiar!
Les enseño mi dedo corazón mientras hago una mueca con la cara.
- Claro que sí, leoparda mía.
- Que os den.
Entro a mi habitación y antes de cerrar la puerta logro escuchar a Jason: "Bonito culo, leoparda". Suspiro pesadamente mientras me dejo caer en la silla. Tras dos horas de estudios, Angy entra a mi habitación.
- Nos vamos a cenar a 'Fireworks', ¿vienes?
- Claro, me arreglo un poco y voy con vosotros.
Angy me dirije una sonrisa antes de salir de la habitación. Me levanto de la silla para dirijirme al armario, el cual abro. Rápidamente cojo unos shorts negros, una camiseta blanca algo transparente (con un sujetador negro bajo ella) y unas romanas negras. Me visto y calzo, después voy hacia el baño. Me hago dos pequeñas trenzas a cada lado de mi rostro y las sujeto con horquillas en mi coronilla. Me maquillo un poco y salgo del baño, me dirijo al salón y con los chicos, bajo a la calle.
- Yo en mi coche puedo llevar a cuatro. -informa Chaz mientras juega con las llaves de su coche.
- Yo he venido en moto, al que sobre, lo llevo yo.
Angy, Alice y Shay rechazan la idea de ir en moto, por su miedo. Y Ryan no se separa de Shay, y Chaz tampoco de Alice.
- Voy yo en moto. -me ofrezco.
Jason me señala su moto, una KAWASAKI NINJA 600 de color negro. Me he subido en estos dos meses que llevamos de curso, unas cuarenta veces mínimo. Andamos hasta la moto y  Jason saca un casco negro y otro amarillo. Me da el amarillo y nos ponemos cada uno nuestro casco. Él se monta primero, yo tras él. Rodeo su cuerpo con mis brazos y aprieto mi cuerpo al suyo. Yo, de aquí, ¿caerme? Si me caigo, él conmigo.
- Arranca, ¡Jason!
Él ríe y arranca la moto. En estos dos meses nos hemos hecho novios... ¡Es broma!, mejores amigos. Llegamos al restaurante y Jason aparcó la moto. Me bajo yo primero, y él después. Levanta el asiento de la moto y coje mi chaqueta de cuero negra. Dejamos los cascos y Jason vuelve a bajar el asiento. Me pongo la chaqueta y Jason rodea mis hombros con su brazo, pegándome a su cuerpo.
- Fue buena idea dejar mi chaqueta en la moto.
- Pues sí, yo soy así de listo, leoparda.
Le pego suavemente en el pecho y me río.
- No me lo recuerdes.
- Estuvo bien que nos pararas los pies, esta semana hay muchos exámenes. -me confiesa.
Entramos al restaurante y pedimos mesa para siete. Llegan los demás y nos sentamos, yo me siento a la derecha de Jason y a la izquierda de Angy. Una camarera de unos veinte años con pelo largo negro y ojos azules se acerca. Luce unos shorts blancos y un top negro con el logo del restaurante, lo que combina con unas cuñas negras. Es de piel clara y resalta el tatuaje rojo y negro de su estómago, donde pone: 'Fuerza', en español. Sus labios pintados de rojo pasión comienzan a moverse mientras habla.
- ¿Qué van a tomar? -pregunta con un tono cansado y monótono.
La camarera no levanta aún su vista del papel cuando comienza a escribir en la libretita nuestras bebidas.
- Una coca-cola, -dice Jason, mirándome- y para la señorita otra coca-cola.
- Yo una botella de agua.
Y cuando pedimos todos, la camarera levanta la mirada, encontrándose con la de Jason. Los ojos de ambos se abren ligeramente, se conocen. La chica hace un gesto con su rostro, indicando en baño. Y la camarera se va.
- ¿Os conocéis? -pregunta Angy.
- Sí, ahora vuelvo.
Me besa la mejilla y me susurra: "Vuelvo en veinte minutos". Jason se dirige al baño.
- Jason ha pillado cacho, ¿celosa, Emily? -se burla Chaz.
Me río falsamente y mi móvil comienza a sonar. Me levanto haciendo un gesto con la mano para que me disculpen. Salgo del restaurante y descuelgo.
- Emily, creo que le tenemos. -dice mi abuelo con voz severa.
- ¿Donde está?
- ¿Recuerdas aquel restaurante donde cenamos en mi aniversario con la abuela?
Mi mente hace memoria y...
- ¿Fireworks? -pregunto sonriente: Al fin pillaré a ese cabrón.
- Ese mismo. Mike, tu tío, ha estado siguiendo la investigación de hoy y le ha llevado ahí. El tío Mike está allí, ve y habla con él.
- Abuelo, dame al menos una descripción de él.
Escucho a un hombre del cuerpo de policía decir: Lo único que sabemos es que sus ojos son castaños.
- Ojos castaños.
Y cuelga. Guardo el móvil en mi bolsillo y entro de nuevo al restaurante. Miro las caras de los clientes y diviso a mi tío entre ellos. Me acerco a mi mesa y le susurro a Angy:
- Está aquí, Angy, el maldito ese está aquí... Quedáos aquí.
Ella me mira asustada.
- Jason aún no ha vuelto...
- Iré a ver si está bien... Sin irrumpir nada, espero. Tú distrae a los chicos mientras cojo la pistola.
Angy comienza a preguntar si después iremos a algún lado. Yo, acerco mi mano hasta mi bolso y saco mi pistola, está cargada. La escondo en el bolsillo interior de mi chaqueta.
- Voy al baño.
- No es de buena educación espiar a Jason mientras hace sus "cosillas" con esa chica, Emily. -Dice Ryan en broma.
Suspiro y me alejo de la mesa de la mesa. Me dirijo a el mostrador.
- ¿Dónde está el dueño del local? -pregunto a un camarero.
La chica me hace un gesto para que espere. En poco tiempo aparece un hombre de unos cincuenta años en delantal de cocina.
- ¿Me buscaba? ¿Necesita algo?
- Iré sin rodeos: Soy policía y creemos que hay un peligroso asesino y narcotraficante en su restaurante.
El hombre me mira asustado y asiente, dándome permiso para registrar el restaurante.
- Sáquenlo de mi restaurante.
Yo asiento y me dirijo a la mesa donde está mi tío.
- Tenemos permiso para registrar. -le informo.
- De acuerdo, tú registra la cocina y los baños. Yo me quedaré por aquí.
Asiento con la cabeza y me dirijo a la cocina. Observo a los cocineros mientras me coloco mi placa. Ninguno con ojos castaños. Saco mi pistola, para asustarles y ver si alguien me puede decir algo del chico. Nadie me dice nada, solo que han oído hablar de él en la televisión...
Salgo de la cocina y me dirijo ahora a los baños masculinos. Me meto en una de las cabinas y apoyo la pistola en mi pecho mientras le quito el seguro.
Ahora comienza el juego.
Abro la puerta y hay dos hombres en los lavabos lavándose la cara. Uno de ellos me mira: Ojos castaños.
- ¿Qué hace aquí? Es el lavabo masculino.
Le apunto con la pistola y le señalo mi placa.
- Saque toda su documentación.
El hombre me mira confuso.
- Le he dicho que saque su documentación, joder, hágalo, ¡AHORA!
Se asusta y me saca su documentación. Nombre: Zack Sánchez Hewitt. Edad: 57. Nacionalidad: Española.
- Salga de aquí, ahora mismo.
Le entrego su documentación. Es imposible que un tío de 57 años haya traficado cien kilos de droga en cinco minutos. El otro hombre es de ojos verdes, le indico con la cabeza que salgan del baño.
- ¡Que todo el mundo que haya en este maldito baño salga ahora mismo!
No sale nadie, escucho susurros que vienen del baño del fondo. Le doy un puñetazo a la puerta.
- Salid de ahí, u os vuelo la cabeza.
Los susurros cesan y me dispongo a disparar cuando la puerta se abre de golpe. Me dan un golpe en la cara y otro en las piernas. Solo consigo ver unos ojos castaños del maldito que me haya hecho esto. Escucho unos pasos apresurados y ya no oigo nada hasta despertar en mi casa.

Continuará...

1 comentario:

  1. PERFECTO! Me encanta esta novela, está super interesante, siguela cuando puedas!
    Ah, y... feliz verano(? hahaha

    Anna

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